Somos activistas en primera persona que practicamos la ayuda mutua y apostamos por una atención basada en los derechos humanos que fomente la independencia y la autonomía personal. Como colectivo transversal, trabajamos desde la colaboración apoyándonos mutuamente, aprendiendo de la experiencia compartida y haciendo red con otros colectivos afines. En nuestra actuación practicamos la horizontalidad en las decisiones con un funcionamiento convivencial y asambleario en el cual todas las personas asociadas tienen la misma importancia; promovemos el activismo que nace de nuestra experiencia y defendemos nuestros derechos con la información, recabando y analizando para llevar a cabo las pertinentes acciones de ayuda. Para cumplir nuestros objetivos, nos hemos organizado en el OBSERVATORIO INDEPENDIENTE DE DERECHOS HUMANOS Y SALUD MENTAL y pretendemos ser una asociación libre que denuncie la vulneración de nuestros derechos y las prácticas vejatorias tanto a nivel institucional como del ento

El sobreseimiento del caso Andreas pone de manifiesto que la justicia no ha tenido en cuenta los derechos de la paciente fallecida negando la mala praxis del sistema hospitalario. ¿Por qué no se tuvieron en cuenta los informes aportados por los especialistas de salud mental? Después de siglos el estigma de la locura afecta también a los profesionales sanitarios a la hora de hacer un diagnóstico. Andreas murió de meningoencefalitis y miocarditis en la unidad psiquiátrica de un hospital de Oviedo después de que le diagnosticaran por error una enfermedad mental. Los facultativos que le atendieron dieron por hecho que tenía una patología psiquiátrica y no trataron de descartar una enfermedad orgánica que pudiese provocar los síntomas que Andreas mostraba, tal y como se debería hacer según los protocolos (DSM-V y la CIE-10). No le hicieron ninguna prueba diagnóstica indicada, tales como analítica, TAC cerebral, radiografías o punción lumbar. Ahora la Jueza del caso ha archivado la causa,